Manuel Olmedo y Marc Alcalá lograron las dos primeras mínimas españolas de 1.500 para losMundiales de Portland (18-20 de marzo). Fue en Sabadell, en una carrera con algunos de los mejores especialistas nacionales, donde el sevillano Olmedo paró el crono en 3:38.25, que le sitúan como líder del ránking mundial del año por delante del británico Chris O’Hare (3:39.28).

Olmedo ya mostró su gran estado de forma al arrebatar a Cacho el récord de España de 1.000 con 2:18.24. Sin embargo, no alcanzó la mínima en su primera tentativa en Dusseldorf, en una carrera lenta (3:41.58 hizo) y aplazó su asalto a la mínima (3:39.50) para la pista catalana, en la que el asturiano Edu Suárez le lanzó a por la victoria y a por su mejor marca personal indoor. Bajo techo, ya fue campeón de Europa en 2011.

También fue un gran día para Marc Alcalá, uno de los valores de futuro del atletismo español. El barcelonés, de sólo 21 años, hizo 3:39.33, un tiempo que le da el billete a Portland por 17 centésimas. El pasado verano, Alcalá fue campeón de Europa Sub-23 (categoría a la que todavía pertenece) y ahora da otro salto de calidad en su carrera. No lograron su objetivo de lograr el pase mundialista ni David Bustos (3:42.08) ni Llorenç Sales (3:42.64). El próximo fin de semana en Valencia, otra oportunidad.

El atleta leonés Sergio Sánchez ha ganado este domingo la octava edición del medio maratón Coruña21 en su regreso a la competición, tras haber cumplido dos años de sanción por dopaje, y ha conseguido la tercera mejor marca española de la temporada en la distancia, mientras que en mujeres ha ganado Paula Mayobre.

Sánchez había intentado volver a la competición la semana pasada en Oviedo en una prueba de 1.500 metros en pista cubierta, pero esperó a última hora para inscribirse y lo hizo fuera de plazo por unos minutos, tal y como él mismo explicó en las redes sociales.

Lo que no consiguió en Oviedo sí lo logró en A Coruña, donde fue uno de los casi 1.800 atletas que afrontaron la octava edición de la prueba de 21.097,50 metros.

Sánchez dio positivo en los controles de dopaje del Campeonato de España que se celebró en julio de 2013 en Alcobendas (Madrid).

El leonés, subcampeón del mundo en los Mundiales de Doha de 2010, había conseguido en esa edición el título de campeón de España de 5.000 metros con un tiempo de 13:32.68.

El corredor de Ciñera de Gordón fue sancionado dos años por dopaje por eritropoietina (EPO) y su última carrera antes de cumplir sanción la disputó en septiembre de 2013 en las fiestas de Ponferrada (León).

En A Coruña, el atleta leonés completó el recorrido por las calles de la ciudad gallega en 1h04:22 y aventajó en la línea de meta en 18 segundos al orensano Alejandro Fernández, que detuvo el cronómetro en 1h04:40.

La marca del ganador es la tercera mejor de la temporada 2015-16 en el medio maratón después de las de Javi Guerra (1h02:22) y Jesús España (1h03:28), que lograron esos registros en el campeonato de España que se celebró en Santa Pola (Alicante) el pasado 24 de febrero.

El segundo clasificado, Alejandro Fernández, que plantó cara al vencedor hasta poco después de la mitad de carrera, batió su marca personal en esta distancia al rebajar seis segundos la que había conseguido en el circuito coruñés en la edición de febrero de 2014 (1h04:46).

En el campeonato de España de hace quince días en Santa Pola, Fernández fue cuarto con un tiempo de 1h05:39, casi un minuto más del que ha logrado en A Coruña.

"Este es un circuito muy planito, en el que se puede correr muy rápido. Lástima un poquito el viento que ha pegado fuerte en los últimos minutos, pero es una gozada correr arropado por la gente", comentó el gallego a la conclusión de la prueba.

En categoría femenina, Paula Mayobre cumplió el pronóstico por delante de Vanessa Lafuente y Raquel Suárez.

Ángel David 'El Pájaro' Rodríguez venció en los 60 metros del Trofeo Ibercaja Ciudad de Zaragoza con unos excelentes 6.65 segundos, marca mínima para el Mundial de pista cubierta de Portland, sólo 10 centésimas más que su plusmarca nacional lograda en Dusseldorf en 2013. En categoría femenina, la velocista Estela García voló hasta parar el crono en 7.43, su mejor marca personal.

Toni Abadía, en los 3.000 metros, fue otro de los grandes protagonistas de la tarde al hacer 7:49.53, mínima para el Campeonato del Mundo indoor. El público zaragozano disfrutó también de una gran final de los 60 metros vallas en la que Javi Colomo (7.87) se impuso a Jackson Quiñónez (7,93) y Aleix Porras (7,94)

Mitin de Karlsruhe

En la prestigiosa reunión de Karlsruhe, el lanzador de peso malagueño Borja Vivas se fue de Alemania con una marca de 20.13 metros. Tampoco el fue el día de Eusebio Cáceres, que se tuvo que conformar con un mejor salto de 7.62 metros. Pablo Torrijos, en el triple salto, acabó cuarto con 16,64, mejor marca española de la temporada. Se impuso el cubano Alexis Copello con 16,99, mejor marca mundial del año. En el 3.000, el asturiano Carlos Alonso hizo 7:59.76, nueve segundos más que la mínima mundialista.

La reina de la fiesta fue la velocista holandesa Dafne Schippers, que se colocó líder mundial del año con un registro de 7.07 logrado en su serie de 60 metros. El rey fue el pertiguista francés Renaud Lavillenie que, franqueando el listón a 5.91, batió el récord del meeting.

Reunión de Viena

En Viena, Aauri Lorena Bokesa venció en los 400 metros lisos con una marca de 53.13, mínima para el Mundial de Portland. La deportista de MARCA Patrocínalos no fue la única española que triunfó en la capital austríaca, Mark Ujakpor, primero en 400 metros con 47.43, y Pedro García, ganador en 60 metros vallas con 8.04, también dejaron el pabellón patrio en lo más alto.

Orlando Ortega, que el 24 de julio del año pasado estrenó la nacionalidad española junto al mítico Javier Sotomayor, ya rendido ya su primer servicio a nuestro atletismo con una grana actuación en la reunión en pista cubierta de Dusseldorf.Si el pasado sábado, en Madrid, registró 7.63 en los 60 metros vallas en un control en el CAR de Madrid, ayer en la ciudad alemana asaltó por dos veces el récord de España y la segunda, en la final de la prueba, con éxito: 7.49 segundos que mejoran en tres centésimas la marca que Jackson Quiñónez poseía desde 2008. Antes, en las semifinales, había registado 7.54. Son las dos mejores marcas mundiales del año.

Ortega realizó una gran carrera, con una gran puesta en acción y en la que sólo tocó ligeramente en la última valla. Tras él cruzaron la meta los franceses Dimitri Bascou, con 7.52 y Garfield Darien (7.62).

Ortega, de 24 años, fue sexto en la final de los 110 metros vallas de Londres 2012 y abandonó Cuba tras los Mundiales de Moscú 2013. Lideró el ránking mundial en 60 y 110 metros vallas en 2015, con 7.45 y 12.94 respectivamente. No podrá competir aún por España en los Campeonatos del Mundo de pista cubierta en Portland, en marzo, por no haberse cumplido aún los plazos reglamentarios por su cambio de nacionalidad, pero sí podrá competir en los Juegos Olímpicos de Río.

Los 7.49 de Ortega son aún superiores a los 7,45 que acreditó el año pasado como mejor marca personal pero anterior a su nacionalización. Ese año mejoró su marca personal en en nueve centésimas. Tras Ortega y Quiñónez (7.52) figuran en el 'top 6' histórico del atletismo español en la distancia Felipe Vivancos (7.56), Javier Moracho (7.60) y Carlos Sala (7.66).

Olmedo, a dos segundos

Por su parte Manuel Olmedo, tambien presente en Dusseldorf, se quedó a dos segundos de la mínima mundialista para Portland en 1.500. El atleta andaluz se clasificó quinto en 1.500 con 3:41.58. Se impuso en una prueba de gran categoría el keniano Elijah Manangoi, con unos 3:39.77 que fueron también mejor marca mundial del año.

El murciano Antonio Peñalver batió el récord de España de heptatlón en Génova, en un año mágico para el atletismo patrio, como aperitivo a su inolvidable medalla de plata de Barcelona 1992 en decatlón. Cerca de 24 años después, Jorge Ureña, un joven educado en la cultura de las pruebas combinadas, reventó su plusmarca indoor en Reims (Francia) traicionando a los focos y a las teorías de los profetas, pero no a su manera de concebir la vida.

"Jorge es imprevisible. No nos esperábamos esto, ni José Antonio ni yo", apunta Jesús Gil, el entrenador que ha dado forma, junto al padre de la criatura, a un titán de 22 años. La misma dupla responsable del nacimiento deportivo en Onil del 'Saltamontes' Eusebio Cáceres. Pero no fue en salto de longitud, con 7.21 metros, donde Ureña levantó un monumento al atletismo.

Un registro top

Fue en los 60 m vallas, con un estratosférico 7.83 -sólo dos centésimas más que la marca que había logrado la víspera en Valencia el vallista español del origen cubano Yidiel Contreras-, donde Ureña consiguió 1.025 puntos y la admiración de medio planeta. "Es un marcón. La primera jornada no fue excesivamente buena, pero la pértiga -con 5,02 metros- y las vallas lo cambiaron todo".

El de Onil -que también firmó 7.01 segundos en 60 m, 13.52 en lanzamiento de peso, 2.03 en salto de altura y 2:41.10 en el 1.000 final- sumó 6.076 puntos, 14 más que el mítico Peñalver en Italia. "Venía de 15 días en Canarias y sólo lo vimos en dos entrenamientos. Pero él es así, un competidor nato", continúa Gil sabedor de que su pupilo todavía no ha tocado techo. "Tiene margen para mejorar la puntuación, sobre todo en la primera jornada y quizá en los 1.000 metros".

El sueño del Mundial

La gesta de Ureña puede abrirle las puertas de otra gran cita. "Con esa marca tiene muchas opciones de ir al Mundial de Portland", explica el técnico con la esperanza de que la Federación Internacional escoja a su pupilo entre la docena de superatletas que competirán en el escaparate indoor de Oregón.

En verano, un chico que "no nació rápido, sino que se ha hecho rápido con mucho trabajo", volverá a acelerar para vivir en decatlón su primera gran experiencia olímpica. Gil toma la palabra para dejar claro cuál es el nivel de exigencia: "Ni es para soñar con la plata ni tampoco para estar siempre con el argumento de que eres joven, porque el tiempo pasa volando y un día dejas de serlo. Hay que aspirar a mejorar la puntuación en estas grandes competiciones".

Pese a la herencia de Peñalver, "España está a años luz del concepto de las pruebas combinadas, que son una doctrina en otros países". Gil lo tiene claro: "Nos falta mucha cultura deportiva y en combinadas más". Mientras existan Ureña y Onil todavía habrá esperanza.